El presidente del Gobierno, Miguel Ángel Revilla, ha insistido hoy en la "injusticia absoluta" que supone el reparto de los 16.000 millones del Fondo Covid-19 entre las autonomías por criterios de población y sin tener en cuenta el coste real de los servicios.
Durante la inauguración del XIV Encuentro de Instituto Nacional de la Administración Pública, el presidente ha calificado de "disparate" que el destino de los recursos favorezca a las comunidades donde están las grandes urbes y "donde están los votos", en contra del discurso extendido de evitar que se siga despoblando España.
Durante el acto de apertura junto a la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; la rectora de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), María Luz Morán, y el director del encuentro, Mariano Fernández, el presidente se ha confesado "expectante" por saber cómo llevará a cabo el Gobierno de España la selección de los proyectos financiables con cargo a los 140.000 millones de euros que llegarán a España del Fondo de Recuperación de la Unión Europea.
También se ha mostrado deseoso de que no se aplique el criterio de población y ha puesto en valor el "gran trabajo" que se está llevando a cabo para "inundar" de proyectos que van a ser "de Cantabria", avalados "por los grupos políticos, la Universidad de Cantabria y los agentes económicos y sociales".
El presidente del Gobierno, que ha estado acompañado por la consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior, Paula Fernández, ha destacado algunas conclusiones positivas que, en su opinión, se pueden extraer de la crisis del coronavirus, comenzando por el "orgullo" por el sistema sanitario y por la disciplina y ejemplaridad que supo demostrar el pueblo español durante el confinamiento.
En este sentido, ha resaltado "el valor de lo público" y su capacidad de mantener la cohesión social. Además, ha señalado que la crisis sanitaria puso aún más énfasis en la importancia del sector primario, que ha de tener "ayudas y retribuciones justas", y en el debate sobre el despoblamiento, logrando una "corriente forzada" sobre los beneficios de vivir en los pueblos.
El presidente ha insistido también en la capacidad de los ciudadanos de ser "el principal antiviral" en tanto no exista una vacuna frente a un virus con el que "hay que convivir" respetando las distancias, usando mascarilla y respetando el resto de las medidas de seguridad.